martes, 23 de octubre de 2018

DECADENTISMO


El Decadentismo es una corriente artística, filosófica y, principalmente, literaria que tuvo su origen en Francia en las dos últimas décadas del siglo XIX y se desarrolló por casi toda Europa y algunos países de América. La denominación de decadentismo surgió como un término despectivo e irónico empleado por la crítica académica, sin embargo, la definición fue adoptada por aquellos a quienes iba destinada.

El decadentismo fue el reflejo artístico de la transición de la economía basada en la libre concurrencia a la economía de las grandes concentraciones financieras e industriales que se manifestó en un estancamiento económico que daría lugar a la renovación del sistema productivo, a la represión de las masas populares y la preocupación por las cuestiones de tipo social.

Los decadentes franceses, y en general europeos, jamás unieron el movimiento literario a una decadencia real de la sociedad, sin que ello quisiera decir que no hubiese motivos. La decadencia de la que hablaban era única y exclusivamente del ámbito de las letras, sin relación con un fenómeno social de naturaleza comparable. La polémica que se estableció no concernía a la realidad de una decadencia social, sino a una concepción de la literatura y el arte. Inclusive, dejaron manifiesto su desprecio por la sociedad burguesa de entonces, pero nunca vista como algo débil y agónico, sino más bien fuerte, poderosa e insoportable para la realización de la sensibilidad artística. 
En cuanto al momento en que surgió al corriente decadentista como tal y su nombre, se ha dicho que su paternidad se debe a Théophile Gautier, quien, en el año de 1868, en el prefacio a las "Flores del mal" de Baudelaire, habló de un ESTILO EN DECADENCIA al que el arte llega cuando las civilizaciones envejecen y alcanzan un punto de madurez extrema. En 1883, Paul Bourget, al hablar de Baudelaire, decía que este poeta DECADENTE buscaba lo que en la vida y el arte es mórbido y artificial a las naturalezas más simples, dos epítetos que, desde entonces, acompañarían a las sucesivas y constantes definiciones del decadentismo literario. Los decadentes, pues, sostuvieron la convicción de que su movimiento no constituía una decadencia en el sentido peyorativo, al contrario, lo suyo era una lucha contra la decadencia literaria existente, una voluntad de renacimiento y, tanto fue así que el decadentismo se extendió hasta 1890 combinado con otras escuelas y, desde ese momento hasta 1914, se adjudicó el estandarte artístico del efímero período que se conoce históricamente como la “belle époque”. En diferentes países europeos, así como en América, hubo representantes del decadentismo, tanto en la LITERATURA como en la bellas artes. 


CARACTERISTICAS.

 1.El decadentismo arremete contra la moral y las costumbres burguesas, pretende la evasión de la realidad cotidiana, exalta el heroísmo individual y desdichado, explora las regiones más extremas de la sensibilidad y del inconsciente.


2. Los decadentes fueron estetas ciento por ciento y mantuvieron, buscando siempre lo aristocrático, lo quintaesenciado, lo superrefinado, lo precioso, lo extraño, lo oculto, lo exótico (principalmente lo oriental) llevado a los más prolijos y desmedidos extremos en un sentido exacerbante y enfermizo.

3. Los escritores decadentes tendieron a la descripción erudita e insistieron en plasmar los detalles de las cosas y de las sensaciones.

4. Manifestaron un gusto exagerado por una originalidad artificiosa que se alejase del equilibrio y del buen decir de los modelos literarios clásicos, ya que consideraban que tales ideales llevaban no más que al inmovilismo.

5. Los decadentes no sólo le dieron poca importancia al significado recto de los vocablos, sino que los enlazaban sin sometimiento a ninguna ley sintáctica con tal de que ellos resultase alguna belleza a su manera, la cual podía ser una algarabía para los no iniciados en sus gustos.

6. El decadentismo se interesó por plasmar en la obra literaria una suprarrealidad por vía de la introspección y el escudriñamiento de un más allá por medio de los sueños y las sensaciones que dicta el inconsciente.

7. Para expresar la complejidad de sensaciones, de impresiones y de angustias que ceñían al hombre, los decadentes estaban convencidos de que ya no se podía seguir repitiendo indefinidamente los moldes y los esquemas del clasicismo y de la retórica tradicional, sino que el artista tenía que descomponerlos construyéndose un lenguaje autónomo, personal, de gran plasticidad expresiva y sugestiva.

8. Las narraciones decadentes suelen ser un híbrido de las más refinadas exquisiteces, esteticismos y provocaciones hacia lo prohibido o lo insólito que rigen la poética simbolista, y ciertos toques de realismo duro y suburbial, procedentes del naturalismo aún en boga. 

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